“Nunca me tendrás” melodrama romántico sobre textos de Zabaleta y Onsurbe, estrenado en Madrid en 1982 durante la Primera Semana Española del Erotismo
Drama romántico desencadenado en el seno de una familia
¿Qué hacer? cuando todo parece conjugarse y, horrorizados contemplamos la sombra de una fatalidad que nos acecha.
¿Resignarse y admitir el hecho consumado como algo irremediable? o bien, armándose de valor y con la audacia necesaria, penetrar en lo imposible…
El cristianismo, también la risa, enseña que es la primera de dos posibilidades la justa, aunque Maldoror, mirándose en el espejo, cayó en la cuenta de la imposibilidad de reír.
«Noctámbulos demuestra en este espectáculo que es capaz de ir mucho más lejos, a provocar reacciones en el espectador, que limiten con el pasmo o el erizamiento del cabello. Tienen una impudicia inocente, una maldad según las normas de la costumbre y una sorprendente naturalidad cuando se olvidan de que están interpretando. Tienen la sinceridad, la verdad y el calor de los iluminados que descubren la fórmula, pero deben repetir el experimento. Al fin y al cabo, el «camino de perversión» es una larga y dolorosa ascesis»
El Público, 1984
«Noctámbulos ha creado una obra que goza de las características del drama romántico, esperpento y tragicomedia en cuanto a una estética resultante de un enfrentamiento de fuerzas contrapuestas. Con un planteamiento osado e inteligente abordan un conflicto desencadenado en el seno de una familia y conociendo la naturaleza mental del erotismo, establecen una corriente fluida entre el escenario y la imaginación del público»
Diario 16, 1984
«Desde los primeros momentos de la representación, el grupo Noctámbulos consigue atrapar al espectador y hacerle viajar por el mundo de los ensueños, la magia, a través de imágenes arbitrarias. Este viaje, en un vehículo que tiene forma de humor, de poesía y de erotismo, conducirá a cada uno por esferas distintas, porque Nunca me tendrás no presenta una conexión orgánica entre situaciones o escenas, aunque un hilo conductor mínimo sirva de soporte para afianzar el espectáculo, para referenciar su propio desarrollo.
Ya se comprenderá que para lograr esos impulsos en el espectador, el grupo ha tenido que manejar potentes resortes, tanto en el plano estético-gestual como en el meramente verbal. Plásticamente se ha recurrido a un intenso barroquismo de ritmo lento, ceremonial, en el que cada instante provoca sensaciones inquietantes, irracionales y siempre fascinantes. La estética es perversa, fea, sugestivamente sucia y revulsiva. El erotismo busca nuevas fórmulas, bestiales y crueles. Demolición de todo el sistema familiar y sexual con códigos originales, imaginativos. Ello sólo es posible lograrlo con un profundo conocimiento del lenguaje escénico, con un dominio de los recursos semióticos que van desde el propio espacio a la fascinante iluminación, movimiento, gestus colectivo, caracterización, sonidos, ritmo y trabajo actoral en una singular conjunción.
El texto, que al principio es mínimo, es dicho huyendo de la organicidad, buscando un automatismo que a veces recuerda las fórmulas del teatro surrealista y en ocasiones pasa a pertenecer al absurdo. Ls situaciones imponen su propio lenguaje, y consecuentemente, distinta interpretación. Esta perfecta simbiosis entre lo que se pretende transmitir y el lenguaje utilizado es uno de los logros de Noctámbulos. »
Liberación, 1984
«Drama romántico, esperpento, tragicomedia, tragedia son presupuestos con perspectiva de causa y estilo, son la resultante de una tensión de fuerzas. Nunca me tendrás tiene las componentes de estos presupuestos sin intentar definirse en ninguno apriorísticamente. Nunca me tendrás favorece una forma de contar que influye en el propio cuento, y esto no quiere decir que los distintos planos de lo que cuenta no están integrados en una unidad, sino que la unidad ha concluido en el seguimiento de todos los juegos, todos los personajes, todas las ipses y elipses de un movimiento que ha ido construyendo el propio cuento. Amén del incesto, el texto, el convencimiento y, como no, el presentimiento.»
ABC, 1984
Ficha artística
Pilar Ruiz
Belén de Benito
Ángel García
Carlos Zabaleta
Jaro Onsurbe
Ficha técnica
Diseño escenografía: Christian Rouviére
Realización escenográfica: Luis Elorriaga
Ambientación: Julia Martínez
Diseño figurines: Paco Prada
Realización vestuario: Ana Santaella
Diseño dossier: Christian Rouviére
Fotografía: Fernando Suárez